Desfilan los representantes más jóvenes de los Moros y Cristianos, con sus vestidos de gala haciendo honor a cada una de las comparsas a las que pertenecen. La naturalidad en los gestos, el desfilar tranquilo es lo que caracteriza en este acto a sus pequeños participantes. Los padres y familiares muy contentos por ver el esfuerzo y a sus hijos participar de las fiestas, y los hijos, algunos alegres y entusiasmados, otros algo distraídos con los pasos y el desfilar de la comparsa, y otros un poco asustados porque no tienen todavía mucha experiencia. Los espectadores en su mayoría sonrientes y entretenidos con el desfile pues resulta un acontecimiento especial la participación infantil en este acto multitudinario y ya tradicional en Elche.

Crónica y Fotografías: Alberto Carrillo / AFPRESS

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