El miedo al Covid-19 y el aislamiento social obligatorio puede tener consecuencias psicológicas y alterar el estado emocional de niños y adolescentes.
Con el fin de detectar síntomas emocionales en estas poblaciones, profesores del Departamento de Psicología de la Salud de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche lideran un estudio para poder ofrecerles, posteriormente, un programa de intervención online que les ayude a aumentar sus habilidades de afrontamiento y a reducir sus problemas emocionales.
Este trabajo forma parte de un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación que persigue evaluar y tratar psicológicamente niños con problemas emocionales, y está liderado por los profesores de la UMH Mireia Orgilés y José Pedro Espada. Durante el aislamiento se va a habilitar un protocolo especial para detectar y hacer seguimiento de casos de riesgo que posteriormente precisen atención psicológica.
Cualquier padre o madre podrá completar online el protocolo de evaluación, que incluye preguntas relacionadas con el estado de ánimo, ansiedad, conductas problemáticas y otras situaciones que afecten al bienestar infanto-juvenil.
Los datos aportados permitirán hacer un seguimiento de la evolución de su estado emocional. El estudio, voluntario y gratuito, requerirá 10 minutos a la semana para completar los cuestionarios.
Una vez termine esta situación de emergencia sanitaria, se contactará con los padres de aquellos niños que requieran pautas psicológicas para poder recuperar su bienestar emocional y se les ofrecerá una intervención psicológica online.
Según los profesores de la UMH Mireia Orgilés y José Pedro Espada, miembros del grupo de investigación AITANA, los problemas emocionales son frecuentes en niños y adolescentes y en muchos casos, éstos no cuentan con recursos para afrontarlos.
La capacidad de entender lo que ocurre estos días es menor en los niños y sus recursos de afrontamiento son menores que en los adultos. Manifestar una mayor sensibilidad, tristeza, miedos, preocupación, irritabilidad o ansiedad puede ser común en algunos niños y adolescentes desde los primeros días de aislamiento, mientras que en otros esos síntomas pueden ser visibles semanas más tarde.
Según los profesores de la UMH, es muy probable que la situación de aislamiento social produzca un repunte síntomas emocionales negativos como ansiedad excesiva o depresión en población infanto-juvenil.
La detección y el seguimiento de los casos de riesgo permitirá atender tempranamente los síntomas mediante programas de tratamiento psicológico testados. Los interesados en participar en el estudio, pueden acceder al formulario pulsando aquí.
Fotografías: Porapak Apichodilok, Sharon McCutcheon y Pixabay