ELCHE VIVIR EN LA CALLE | Sin un albergue permanente para personas sin recursos en plena crisis del COVID19

Escenas como esta que observamos en las fotografías era de esperar que se produjeran en Elche a pesar de la primera iniciativa de albergue provisional del Toscar que puso en marcha el ayuntamiento con la colaboración de diversas organizaciones humanitarias


El albergue provisional se cerró por decisión del consistorio ilicitano y los indigentes fueron otra vez a ocupar las calles de la ciudad, algunos habían encontrado piso compartido como comunicaron a los medios los coordinadores de DYA, otros fueron a Cáritas, pero Cáritas no tiene suficiente capacidad, y el resto se les perdió la pista y desaparecieron del cuerpo de la noticia, pero no desaparecieron ni ellos ni sus problemas de pobreza.

Se ha hablado mucho de la asignación de un local no utilizado para desarrollar las iniciativas que se pusieron en marcha en el albergue provisional del Toscar, iniciativas que pasan desde cuidar de la salud de las personas sin recursos, auxiliar a los que han caído en las drogas, dotar de formación básica profesional a los sin trabajo, conseguir que se coordinen para encontrar pisos compartidos, y todo el proyecto de iniciativas que se puso en práctica hace unos meses por parte de las organizaciones humanitarias y asociaciones que participaron en el albergue provisional de indigentes de Elche.

Para todo esto se hace necesario un lugar físico, un lugar donde acoger a estas personas, no es tan difícil y no se necesita tanto presupuesto, más aún debido a que estas asociaciones humanitarias siempre han estado dispuestas a donar parte de sus recursos en favor de la indigencia.

Los indigentes son seres humanos que tienen derechos, derecho a la vida el primero de ellos.

Las personas que vemos en este reportaje en la calle, en esta plaza, están desde ayer por la tarde, toda la noche a la intemperie y hoy todo el día.

La reseña más básica que cabe pensar de carácter humano es que no tienen porqué pasar frío toda la noche bajo ningún techo, estas personas lo han pasado mal hoy, tampoco tienen porqué pasar hambre ni ponerse enfermos, son personas que merecen atención como todos nosotros cuando estamos en apuros.

Lo curioso es que muchas personas de esta ciudad los hemos visto en esta plaza, si hemos llamado a la policía local para que se les procure ayuda, no ha surtido efecto, y si ni siquiera hemos hecho la llamada y hemos visto como normal que esto suceda, hemos también de hacernos la pregunta si esta sociedad es verdaderamente la que queremos tener.

Crónica y fotografías: AFPRESS

 

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