ELCHE | “Perdón por las hierbas, estamos alimentando a las abejas”

Cualquiera que recorra los huertos del Palmeral de Elche y espere encontrar un paisaje bucólico pastoril, puede llevarse una desilusión, pues se topará generalmente con bancales yermos rodeados de palmeras.

Un foráneo podría pensar que están en espera de la siembra, pero los ilicitanos sabemos que ese es el estado normal de las parcelas del Palmeral, pues apenas asoma una brizna de hierba son labradas para “mantenerlas limpias”. Incluso las pocas plantas típicas de saladares, que aprovechando el paso del agua por las acequias conseguían desarrollarse sobre ellas, son tratadas sistemáticamente con herbicidas para completar el “cuadro completo de limpieza”.

Así que olvídense del verdor de las hierbas, de las paletas de colores de las flores, del zumbido de las abejas, de la contemplación de las mariposas… Pues han sido desterradas de este paisaje, que, a pesar de ser venerado como paisaje agrícola, ya no lo es.

Así lo han querido los ilicitanos y así se mantiene. Pero una onda de esperanza anima a los que pretendemos algo diferente para el Palmeral, pues una mayoría silenciosa comienza a hacerse oír y reclama otra imagen para el Palmeral.

Gente que piensa que podrían sembrarse algunos bancales con semillas para praderas naturales, cuyas flores alimentarían a las abejas, sus semillas a los pájaros, sus hojas a las orugas que se convertirían en mariposas.

O, también, en otros huertos, se podría dejar a la vegetación natural instalarse, como las comunidades de agrets, que con sus flores amarillas adornarían y acompañarían a las solitarias palmeras.

Cualquiera que busque un poco de información sobre ello, leerá que el recubrimiento vegetal de los suelos no solo ayuda a evitar la evaporación del agua, sino que con sus raíces favorece la penetración de la misma, que la vegetación arvense contribuye a la fertilización del suelo, a la limpieza de la atmósfera, a la captación de CO2 y al bienestar humano por su mera contemplación. Y que, por el contrario, la frecuente entrada de maquinaria pesada en los bancales estropea el suelo.

Desde Volem Palmerar nos dirigimos a los que creen que la naturaleza no nos es ajena y que tenemos que aprender a vivir con ella, a compartir espacios y a respetar a los seres vivos que la pueblan, queremos animarles a hacerse oír y a exigir que en nuestro Palmeral reine la vida.

Algo está cambiando en la sociedad ilicitana y los políticos deberían escuchar su rumor, no es cuestión de dinero, es cuestión de voluntad.

Esta imagen compartida en nuestro Facebook (@volempalmerar) se ha hecho viral, recibiendo en un día más de 10.000 visitas:

“Sembrar los bancales de los huertos con plantas con flores o dejar que la naturaleza siga su curso, no es descuidar o tener sucios los huertos, es favorecer la vida. No cuesta nada poner carteles explicando que no es que esté descuidado, es que estamos ayudando a la Naturaleza”

Crónica: Susi Gómez, Presidenta Asociación Volem Palmerar

www.volempalmerar.es

Fotografía: Volem Palmerar y Gabriela Barrera / AFPRESS