Un Primer Tiempo Disputado y Tenso
El partido comenzó con una gran intensidad por parte de ambos equipos. Desde el primer minuto, quedó claro que tanto España como Inglaterra estaban decididos a llevarse el trofeo. En el minuto 14, Álvaro Morata de España tuvo la primera oportunidad clara de gol, pero su potente disparo fue magistralmente detenido por el portero inglés, Jordan Pickford, manteniendo el marcador en cero.
La tensión en el campo se intensificó en el minuto 25 cuando Harry Kane, el capitán de Inglaterra, recibió una tarjeta amarilla por una falta dura sobre el mediocampista español Rodri. Esta acción elevó la agresividad del juego, reflejando la importancia del encuentro.
En el minuto 31, Dani Olmo, uno de los jugadores clave de España, fue amonestado tras una entrada fuerte sobre Jude Bellingham, mostrando que el árbitro no toleraría ningún tipo de juego brusco. Poco después, en el minuto 36, Inglaterra tuvo su mejor oportunidad de la primera mitad cuando Phil Foden realizó un potente tiro que fue brillantemente desviado por el portero español, Unai Simón, quien realizó una parada espectacular para mantener el marcador empatado al final del primer tiempo.
Una Segunda Mitad Llena de Intensidad y Emociones
La segunda mitad comenzó con una explosión de energía por parte de España. En el minuto 47, Nico Williams abrió el marcador para el equipo español con un gol temprano, aprovechando un pase preciso de Dani Olmo. Este gol temprano en la segunda mitad dio a España la confianza necesaria para dominar el juego.
Inglaterra, sin embargo, no se dio por vencida. En el minuto 73, Cole Palmer empató el partido para los ingleses con un gol impresionante, tras conectar un excelente centro de Bukayo Saka. Este gol revitalizó a Inglaterra y encendió a sus seguidores, creando una atmósfera eléctrica en el estadio.
El momento decisivo del partido llegó en el minuto 86 cuando Mikel Oyarzabal anotó el gol de la victoria para España. Después de una magnífica jugada individual de Lamine Yamal por la banda derecha, Oyarzabal remató con precisión, sellando así el triunfo español. Este gol desató la euforia entre los aficionados españoles y puso a España a las puertas de la gloria.
En los minutos de descuento, específicamente en el minuto 90+3, Inglaterra tuvo una última oportunidad para igualar el marcador. Harry Kane se preparó para un tiro libre en una posición peligrosa, pero su disparo pasó rozando el poste, dejando a Inglaterra sin tiempo para reaccionar y asegurando la victoria para España.
Conclusión
España demostró una vez más su resiliencia y calidad, remontando y ganando el partido en un emocionante final. Este triunfo consolida la posición de España como una de las potencias indiscutibles del fútbol europeo. A pesar del esfuerzo y buen juego de Inglaterra, los ingleses no pudieron capitalizar sus oportunidades y se quedaron a las puertas del título. Fue un partido lleno de emoción, drama y, sobre todo, un fútbol de alta calidad que será recordado por mucho tiempo.
Crónica, fotografías y vídeo: AFPRESS