La segunda mascletà de las Fiestas de Elche 2024, organizada por la reconocida Pirotecnia Hermanos Sirvent de Alicante, se convirtió en un verdadero espectáculo pirotécnico que mantuvo a cientos de espectadores al borde de sus emociones desde el primer estallido hasta el inolvidable final. Con un impresionante despliegue de 88 kilos de pólvora, Hermanos Sirvent logró llenar el cielo ilicitano de una sinfonía de luz y color, dejando una marca imborrable en los corazones de todos los presentes.
El espectáculo comenzó con una energía vibrante y una sincronización perfecta, que sentó las bases para una serie de explosiones y efectos que crecieron en intensidad con cada segundo que pasaba. Desde el primer instante, la mascletà capturó la atención del público con una especie de «batucada pirotécnica», un ritmo envolvente que culminó en una nube de humo colorido. Este arranque explosivo fue recibido con una oleada de aplausos de la multitud, prometiendo un evento que no dejaría de sorprender.
A medida que avanzaba el espectáculo, los Hermanos Sirvent desplegaron una variedad de pitos dobles y triples, junto con las roncadoras, que añadieron una dinámica cautivadora a la mascletà. La estructura del espectáculo fue magistralmente diseñada, permitiendo que cada fase se sintiera nueva y emocionante, mientras el público, cada vez más numeroso, se dejaba llevar por la emoción. En un mediodía caluroso, los asistentes no dejaron que el sol los desanimara; con abanicos y pulverizadores de agua, continuaron aplaudiendo cada nueva explosión, completamente inmersos en el espectáculo.
El momento culminante llegó cuando la pirotecnia introdujo una serie de volcanes y truenos digitales que hicieron vibrar no solo el suelo, sino también los corazones de los espectadores. La energía en el ambiente alcanzó un nivel de euforia colectiva, con explosiones que resonaban en todo el entorno y generaban una atmósfera cargada de emoción.
El clímax de la mascletà se alcanzó en el minuto cuatro, cuando cinco retenciones sucesivas, cada una de ellas de más de medio minuto, intensificaron la expectación. Estas pausas controladas, aunque ralentizaron el ritmo momentáneamente, solo sirvieron para amplificar la anticipación del gran final, que fue absolutamente espectacular. El esperado «terremoto», uno de los momentos más icónicos en cualquier mascletà, se desplegó desde el inicio de la avenida Alcalde Vicente Quiles, y en esta ocasión se realizó en dos alturas diferentes. Esta técnica permitió que las explosiones fueran no solo más resonantes, sino que las vibraciones se sintieran profundamente en todo el cuerpo de los presentes. El uso de calibres de hasta 40 mm, el máximo permitido, aseguró que este terremoto fuera una experiencia multisensorial completa, envolviendo a todos en una ola de sonido y luz que se sintió como un verdadero temblor.
Pero los Hermanos Sirvent tenían aún una sorpresa final bajo la manga. Tras el terremoto, el espectáculo continuó con dos finales apoteósicos que combinaron la potencia sonora de las roncadoras con la elegancia visual de las serpentinas, creando una sinfonía final que dejó al público boquiabierto. Este cierre brillante fue el broche de oro para una mascletà que sin duda se recordará como uno de los momentos más memorables de las Fiestas de Elche 2024. La capacidad de Hermanos Sirvent para equilibrar de manera magistral potencia, luz y color en cada fase del espectáculo ha elevado los estándares de lo que una mascletà puede ser, demostrando por qué esta pirotecnia es considerada una de las mejores en su campo.