Elche, 20 de diciembre de 2024 – El emblemático Paseo de Germanías ha sido transformado en el «Jardín de la Concordia», un espacio que busca ser un punto de encuentro para la ciudadanía, pero cuya inauguración, celebrada ayer, estuvo marcada por la controversia. La decisión del Ayuntamiento de mantener la cruz franquista, un monumento erigido en 1944, ha generado un intenso debate social y político.
Reformas y nuevos elementos
El renovado jardín incluye amplias zonas verdes y el acceso público a refugios antiaéreos de la Guerra Civil, que han sido rehabilitados como parte del proyecto. Además, se ha colocado una escultura del exalcalde socialista Ramón Pastor, como reconocimiento a su legado y contribución a la ciudad.
El Ayuntamiento, gobernado por PP y Vox, ha defendido la permanencia de la cruz franquista, ubicándola en un parterre elevado para destacarla como símbolo de reconciliación. Esta decisión ha sido duramente criticada por la oposición y colectivos sociales, que la consideran contraria a los principios de la Ley de Memoria Histórica.
Protestas y ausencias destacadas
Ni el PSOE ni Compromís, así como los sindicatos UGT y CCOO, participaron en el acto inaugural, argumentando que la conservación de la cruz representa un retroceso en la democracia. Asociaciones de familiares de las víctimas del franquismo también han expresado su rechazo, solicitando la retirada del monumento y la reinstauración del obelisco republicano que fue eliminado tras la Guerra Civil.
El alcalde Pablo Ruz ha justificado la decisión como un intento de fomentar el diálogo y la unidad en la sociedad ilicitana, aunque las críticas de sectores sociales y políticos evidencian que el consenso está lejos de alcanzarse.
Un evento marcado por la división
El acto inaugural transcurrió sin incidentes graves, aunque algunas voces se alzaron en protesta, con gritos como «¡Plaza de la Discordia!». Durante su discurso, el alcalde insistió en que el Jardín de la Concordia es un espacio para todos los ciudadanos, un mensaje que algunos asistentes apoyaron mientras otros mostraron su desacuerdo.
La hija del exalcalde homenajeado, Gloria Pastor, intervino en el acto para agradecer el reconocimiento a su padre y destacó la necesidad de trabajar por la reconciliación en la ciudad.
Un debate que persiste
La inauguración del Jardín de la Concordia ha reavivado el debate sobre la gestión del legado histórico en Elche. Para algunos, el nuevo espacio representa una mejora significativa en el entorno urbano, mientras que otros consideran que la permanencia de la cruz franquista perpetúa un recuerdo doloroso y divisivo.
El gobierno local defiende la iniciativa como un paso hacia la convivencia, pero las críticas de la oposición y de colectivos sociales subrayan la dificultad de reconciliar posiciones opuestas en torno a un elemento tan simbólico. La controvertida inauguración deja patente que el Jardín de la Concordia es mucho más que un espacio físico: es también un reflejo de los retos que enfrenta la sociedad ilicitana en su memoria histórica.