Las embajadas Mora y Cristiana escenificaron la lucha entre ambos pueblos por la control de la ciudad un año más en el Palacio de Altamira, congregando a cientos de ilicitanos a para contemplar esta espectacular representación.
El bando moro fue el primero en tomar la ciudad tras una intensa batalla para, a continuación ser recuperada por los cristianos, esta vez de forma pacífica.
Cerca de 150 comparsistas participaron en esta celebración organizada «Asociación Festera Moros y Cristianos Elche».
En la segunda parte de la embajada, en la que se denomina «Embajada del Cristiano», sobre las 22:45 h de la noche los voluntarios de DYA tuvieron que asistir a un varón de mediana edad, de unos 40 años, afectado por un golpe de calor. El incidente lo atendieron de forma inmediata y no fue necesario el traslado de la persona afectada hacia el hospital.
Otro incidente que ocurrió cuando estaban desmontando los técnicos y trabajadores que instalaron las gradas y escenarios, es que se produjo una situación de auténtico riesgo en la calle Diagonal de Palacio, entre los encargados del desmontaje y los vehículos que pasaban estando cortado el tráfico.
Los trabajadores que desmontaban las infraestructuras necesarias para el acto programado denominado “Embajada del Moro y del Cristiano”, se quejaban con mucha razón de que no les era posible trabajar con un mínimo de seguridad, los conductores se estaban empeñando en abrir las vallas que cerraban el tráfico, se estaban poniendo en peligro ellos y estaban poniendo en peligro también a los trabajadores y técnicos.
Las vallas se colocan para impedir el paso del tráfico mientras trabajaban las personas que desmontan los herrajes de gradas y tarimas. Los conductores esta noche han quitado dichas vallas en todas las ocasiones en que estos trabajadores las pusieron, de forma constante.
El conjunto de todos estos hechos estaban suponiendo un grave peligro para los trabajadores por su exposición continua a un posible atropello, y peligro para los vehículos, porque algunos de los herrajes o piezas metálicas podían haber atravesado el cristal de los vehículos y herido a los ocupantes, o bien caerles encima piezas de determinado tamaño, o ser colisionados con los camiones de carga que necesitaban maniobrar en el centro de la operación de desmontaje.
Álbum Fotográfico:
Vídeo Embajadas:
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