En un acto de solidaridad que trasciende fronteras, estudiantes de la Universidad de Alicante han levantado sus voces y tiendas de campaña en un gesto de apoyo hacia el pueblo palestino.
La comunidad universitaria se ha unido a la ola global de protestas que exigen el cese de las hostilidades en la región de Gaza.
Acampada por la Paz
La iniciativa, liderada por la Asamblea Universitaria por Palestina de Alicante (AUPA), el Frente de Estudiantes y BDS País Valencià, comenzó con una lectura de manifiesto y una asamblea abierta. El Jardín de las Rocas, situado detrás de la Facultad de Letras 2, se ha convertido en el escenario de esta acampada pacífica.
Educación y Activismo
La respuesta de la institución académica ha sido de apoyo institucional, con la rectora, Amparo Navarro, presentando un manifiesto que pide el «alto el fuego definitivo en Gaza y el acceso no restringido de los suministros vitales básicos a su población» en el último Consejo de Gobierno. Este gesto subraya la importancia de la educación como plataforma para el activismo y la conciencia social.
Una Llamada a la Conciencia
Los organizadores han hecho una llamada a mantener la limpieza y el respeto por el entorno universitario, prohibiendo fumar, beber alcohol y consumir estupefacientes en el área de la acampada. Este movimiento no solo representa una protesta contra la guerra, sino también un ejercicio de responsabilidad y civismo.
Solidaridad Internacional
La movilización en la Universidad de Alicante es parte de un despertar más amplio en las universidades españolas, que tras meses de silencio, se han unido a un movimiento internacional de protesta. Las acampadas y manifestaciones son un reflejo del creciente descontento y la solidaridad con las víctimas del conflicto.
La acampada en la Universidad de Alicante es un reflejo social de que la juventud no es ajena a los conflictos globales.
A través de estos movimientos colectivos, los estudiantes están demostrando que la paz y los derechos humanos son valores universales que merecen ser defendidos en cualquier parte del mundo.
Crónica: AFPRESS
Fotografías: Médicos sin Fronteras